Aloe Vera, diferencias razonables

El Aloe Vera es uno de los ingredientes naturales más utilizados en cosmética para cuidar y reparar la piel. Su fama de efectivo, calmante y reparador le persigue hace décadas pero ¿son todos los productos de Aloe Vera iguales? ¿Tienen todos la misma pureza? Cómo podemos diferenciar un cosmético 100% puro de Aloe vera de otro que no lo es? ¿Cuán importante es su pureza, procedencia y métodos de cultivo?
Actualmente en el mercado existen numerosos productos que contienen Aloe, pero muchos basan su composición en el polvo de esta planta y agua; en este caso su calidad y sus beneficios son cuestionables, nos asegura desde Atlantia, firma de dermocosmética a base de Aloe 100% puro y ecológico. Es muy importante saber diferenciar entre jugo, extracto, gel, polvo… y no dejarse llevar simplemente por la palabra ‘aloe vera’ en su etiquetado, porque no es lo mismo aquellos con una concentración del 2% como los que alcanzan el 90% o más.

Gel, jugo, concentrado y extracto
En el mercado existen muchos productos que usan como reclamo su contenido de Aloe vera. Pero hay que tener mucha precaución a la hora de comprarlo si queremos de verdad llevarnos a casa un producto de calidad. Empecemos por diferenciar su forma de presentación.
El gel es la pulpa de la hoja triturada, muy rica en poli-sacáridos, vitaminas y minerales. Cuidado, porque puede contener aloína, una sustancia de acción laxante presente en la planta, que en el proceso de transformación para obtener el jugo se elimina.
El jugo es la presentación más común de Aloe vera en el mercado. No contiene aloína, pero sí que conserva el resto de componentes beneficiosos
El concentrado de Aloe vera es gel deshidratado.
El extracto es un preparado que se obtiene a partir del polvo mezclado con agua. Esta forma de presentación suele contener menos del 10% de planta.
La mayoría de fabricantes se decantan por el uso de polvo, ya que el ahorro en costes y logística es considerable, es mucho más caro transportar cubas de jugo de Aloe, que el polvo ya deshidratado, y añadir el agua después.
Diferencias razonables para nuestra piel
El Aloe vera contiene vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, compuestos secundarios de plantas, mono y polisacáridos. El ingrediente más relevante es la Aloverosa, un azúcar complejo que sólo se desarrolla en la especie Aloe barbadenses Miller y que fija la hidratación cargada de ingredientes activos en la piel.
Una piel sana puede no notar la diferencia entre un producto puro, con altos niveles de Aloverosa, y otro a base de polvos de Aloe y agua. El problema surge cuando hablamos de pieles sensibles, dañadas, con quemaduras, donde la concentración de los principios activos del producto que se apliquen juega un papel muy importante.
La diferencia entre un producto natural no procesado y uno que sí lo es, se encuentra en la pérdida de sus propiedades originales. El Aloe está compuesto por moléculas muy débiles; esto provoca que se deteriore fácilmente. Por eso, cuanto antes se estabilice en frío y se envase el producto, mejor conserva sus principios activos.

Olga
06 Feb 2019Muy interesante. No sabía que el extracto tuviera tan poco aloe de verdad. Yo también uso la hoja directamente sobre la piel.
Mayte Martínez
07 Feb 2019¡Hola Olga!
Cortar una hoja y aplicarla directamente sobre la piel es muy bueno para quemaduras concretas, un grano o verruga, sequedad puntual… Pero para un tratamiento a largo plazo, de rosácea por ejemplo o simplemente como antiedad, es más complicado y engorroso. La cosmética casera es una opción, pero un producto bien hecho con todas las garantías es más cómodo y seguro. Eso sí, hay que fijarse en la calidad. Un saludo y gracias por estar ahí.
Myt