Que no tengan costumbre de pintarse las uñas no significa que no deban cuidarse los pies, especialmente en esta época del año en que, aunque no todos lleven sandalias para la vida diaria, sí usan chanclas en piscinas y playas, y pasan muchas horas al aire libre. Así que chicos, hoy toca, sesión de pedicura.

Paso 1. Pon en remojo los pies en agua caliente. Para una experiencia Spa, añadir unas gotas de aceite esencial o sales de baño al agua.

Paso 2. Suavizar las durezas que se producen en las zonas de presión o roce frecuente y/o constante. Para proteger esas áreas, la piel produce más queratinocitos y ésta se engrosa, creando las antiestéticas durezas. El agua reblandece los enlaces de queratina de la epidermis. Para eliminar las células muertas de la piel y evitar callos en sus primeras etapas, manteniendo la piel suave y unos pies bonitos, podemos utilizar una piedra pómez, lima gruesa o Micro Pedi Man (39,95 €), un dispositivo que elimina al instante la piel dura y reseca de las plantas y talones de los pies de los hombres, diseñado específicamente para ellos con un rodillo más rugoso que su versión femenina y un diseño más adaptado a la mano masculina.

Paso 3.  Hidratar muy bien la piel con una crema específica para pies; tras limar las durezas potencia el resultado de suavidad. Cucumber Heel Therapy de CND Spapedicure, rico en vitaminas y minerales, protege de la sequedad y calma.

Paso 4. Cortar las uñas rectas. Una buena medida para evitar cortar las uñas demasiado cortas es respetar el largo de la yema. Cuando la uña es mucho más corta que esta, aumenta el riesgo de uñas encarnadas.

Paso 5. Dar forma y suavizar las puntas de las uñas, limando esquinas y bordes. Empezar por la parte más rugosa de la lima para dar forma y a continuación usar el lado de grano más fino para suavizar. Limar en una única dirección para evitar romper y rayar la uña.