Este verano, que la pereza no afecte a tu barriga

En vacaciones todo se detiene, nos levantamos más tarde, descansamos más, la vida se hace más lenta. Y eso es bueno, siempre y cuando la pereza no llegue a nuestro intestino. Y para que esto no suceda, la solución es sencilla: beber agua, practicar deporte y comer fibra. Cuando la alimentación es pobre en fibra y con poca hidratación, la masa de los alimentos digeridos pierde poco a poco el agua, lo cual puede dificultar el tránsito.
Una buena hidratación del contenido intestinal es la primera necesidad para asegurar un tránsito regular. Así pues, es muy importante ingerir 1,5 litros de líquidos al día (agua, café, té, zumos…) y consumir alimentos como frutas y verduras que, de forma natural, contienen mucha agua. En verano es muy fácil seguir esta práctica, el calor nos recuerda que hay que beber y nos apetece mucho líquido.
También apetecen más alimentos refrescantes como las ensaladas, melón, sandía… así que no perderemos la ocasión de incorporarlas a cada una de nuestras comidas. Si el agua nos aburre podemos tomar zumos de fruta, tés o infusiones frías, café o descafeinado con hielo.

Un poco de ejercicio nunca viene mal. La falta de actividad física también es una de las causas de la pereza intestinal. Cualquier inmovilidad agrava la buena costumbre de visitar el baño a diario.
El hecho de estar tumbado o sentado todo el día contribuye a acentuar la lentitud del tránsito. De acuerdo, estamos de vacaciones y queremos estar muchas horas en la hamaca, levantarnos tarde, dormir la siesta… Concedido, a cambio de dar todos los días un paseo de una hora por lo menos, chapotear en el agua, un partido de voley o cualquier otra actividad que ayude a mejorar el estado físico de nuestra barriga.
Es necesario hacer un pequeño ‘esfuerzo’ cada día y practicar semanalmente alguna actividad física. Si estamos en la playa, aprovechemos para apuntarnos a un curso de windsurf, paddelsurf, vela o practicar submarinismo. También vale snorker para los que nos se atrevan con deportes ‘de riesgo‘. En la montaña, podemos montar a caballo o hacer senderismo.

Incluir fibra en nuestra alimentación es muy importante. Todos los productos vegetales contienen de forma natural fibras alimenticias, en mayor o menor cantidad.
Su consumo es muy importante y por eso debe introducirse en la alimentación diaria. En verano también podemos seguir comiendo legumbre (rica en fibra). Es posible que no nos apetezca un cocido, pero unos garbazos con unos rabanitos cortados en rodajas, unas hojas de lechuga en juliana y unos dados de cebolla aliñados con sal, aceite, vinagre y media cucharadita de comino molido, son una delicia; muy refrescantes, y una buena manera de incluir fibra en nuestra dieta.
También podemos aliñar unas judías blancas con pimiento verde, tomate y cebolla, o preparar unas lentejas frías con unas tiras de salmón ahumado y unas cebollitas en vinagre.
Recuerda que lo importante para que sea una ensalada refrescante a la vez que nutritiva para que nos sirva de plato único es que incluya una buena cantidad de producto vegetal y proteína. Por ejemplo puedes hacer una ensalada muy rápida mezclando un buen puñado de canónigos y rúcula, tomate seco -más rico en licopeno, potasio, vitamina A y magnesio que el tomate fresco. Además su sabor es más intenso- burrata, pistachos y Gula del Norte Trufa -rica en proteínas-. No te olvides de aliñarla con un buen chorro de Aceite de Oliva Virgen Extra, sal, pimienta y orégano.
Unas ricas ensaladas, muy fáciles de preparar, apetecibles y muy saludables.
Tu intestino te lo agradecerá.
Maria
10 Ago 2022