¿A contracorriente?
La historia de mi vida es escribir, pero me cuesta mucho escribir sobre mi vida. La cual no es que tenga nada de especial, creo que es una historia de superación y vuelta a empezar, como la de tantos otros.
Hace unos días me invitaron a participar en la sección Historias de vida de la Guía de Proyecto Social Desarrollo Humano España al que me encanta pertenecer.
Y como estamos en verano, he pensado que a lo mejor os apetecía leer algo diferente y no exactamente más cuidados de belleza a los que os tengo acostumbrados, así que para los que no les apetezca meterse en la página, la transcribo.
¿A contracorriente?
Nací y crecí en una época y lugar donde las circunstancias no eran las más idóneas para ‘triunfar’. Ya en la ‘básica’ me dijeron que no daba mucho más que para fregar escaleras. Así que estudié para trabajar, pero con idea de intentar ir un poquito más allá. Y como resultó que daba más de sí de lo que me dijeron, seguí con el bachiller, eso sí, sin dejar de trabajar. En aquel entonces, la educación no era gratis, aunque muchos ahora digan lo contrario, pero había ‘nocturno’ y era posible compaginar esfuerzos para los menos favorecidos.

Un buen amigo (“) me dijo que por qué estudiaba si no iba a poder hacer una carrera.
Pensé que para dejarlo siempre tendría tiempo. Aprobé el COU (sí, yo también fui a EGB) y me matriculé en Ciencias de la Información. Siempre había querido escribir, dudé con filosofía y letras, pero pensé que una vida inmersa en noticias, actualidad, sucesos varios, guerras… facilitarían mi camino a la escritura sin abandonar ésta.
Me dijeron que periodismo era ir de cabeza al fracaso, a las listas del paro
Cuando acabé mi carrera, España estaba en plena ebullición informativamente hablando. Empezaron las televisiones autonómicas, después las privadas, la programación 24 h ya era un hecho (sí, tampoco hace tanto, yo tenía que esperar a las seis de la tarde, o a las cinco, no me acuerdo, para ver los chiripitifláuticos primero y un globo, dos globos, tres globos después. Y por la noche, a las doce o la una, se acabó, la imagen del Rey (Juan Carlos I claro, no Felipe VI), el himno de España y ‘nieve’. Entre medias carta de ajuste. Si hubo una imagen de cierre anterior al Rey, por suerte no la recuerdo, la verdad es que siempre he tenido una memoria muy selectiva).
Salían revistas, surgían ideas… Nunca me faltó el trabajo, empecé en quinto de carrera con colaboraciones, de becaria (cobrando), radio, mensuales, semanales, prensa económica, femenina…
La vida me encaminó a la prensa femenina, de belleza
Siempre recuerdo un día en clase a una compañera, en una exposición supongo estaba haciendo el profesor sobre diferentes medios de comunicación, que argumentó: “no estamos estudiando una carrera de periodismo para hacer los ejercicios de gimnasia en una revista”. Tenía toda la razón, en mis tiempos nadie estudiaba periodismo para eso. Queríamos ser corresponsales de guerra, descubrir tramas políticas, hacer las mejores fotos, derrocar a un presidente…
Nunca fui a una guerra ni nada parecido. Llegué a belleza por casualidad (un trabajo es un trabajo) y, pensaba, de forma temporal. Y resultó no ser algo tan frívolo como se cuenta. Me encontré ciencia, investigación, tecnología, psicología, salud, bienestar, mundo interior, amor, relaciones, paso del tiempo, vida, miedo…
Descubrí un mundo apasionante
Tan apasionante que decidí, después de muchos años de conocimiento, acercarme al lector, oyente o espectador un poco más y contarle, cuan trovador, qué es belleza, decirle que está en su interior, que sólo tiene que sacarla, que puede ayudarse de cosmética, medicina estética e incluso cirugía, pero que si no se quiere a sí mismo, si no quiere a los demás, si no ama a la naturaleza y a su cuerpo y lo trata como se merece, de nada vale.
La gente me dice que por qué no vendo cremas o doy cursos de maquillaje
Después de 25 años me quedé sin trabajo, ahora sí que la prensa no vive un buen momento. Cierre de cabeceras, segundo sector más afectado por la crisis, remesas de nuevas promociones en busca de un trabajo ‘glamouroso’, etc. Así que a mis casi 50 años se me ocurrió, además de impulsar mis talleres con los que llevo unos cuatro años, abrir un blog: Belleza eres tú.Lo hago con mucho cariño, hablo de lo que sé, y lo actualizo a diario, lo cual me lleva mucho tiempo aunque no dinero.
Y mis amigos («) me dicen: «¿Y por qué lo haces?»
Otros temas ‘muy personales’:
Carla Nieto
20 Sep 2014Mayte, precioso, sincero y muy emotivo. No soy nada de leer blogs (ya sabes, las prisas), pero he entrado en este por casualidad. Me ha encantado, de verdad. Un beso
Mayte Martínez
20 Sep 2014Muchas gracias, Carla. Y cuidado con la falta de tiempo. Si sólo es para leer blogs, no pasa nada, lo importante es que tengas tiempo para disfrutar.
Mayte Martínez
19 Sep 2014Muchas gracias a las dos, Romina y Rosario, por estar ahí.
Romina
19 Sep 2014Vaya, no había leído este post, y ya hace un mes que lo escribiste. He estado un poco desconectada durante el verano, la verdad. Coincido con rosario france, genial; este post y el blog en general, es muy bueno y te felicito por ello.
rosario france
15 Sep 2014Genial!!!