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Cómo ser mujer sin preocuparnos del qué dirán

Cómo ser mujer sin preocuparnos del qué dirán

Cada vez que se acercan ciertas fechas, me surgen un montón de ideas que exponer y después desisto de contarlas pensando que no me voy a explicar lo suficientemente bien como para que mis palabras se entiendan como deseo.

Me autocensuro porque no estoy segura de entender todo el ruido en torno a determinados temas, en este caso, evidentemente, el Día de la Mujer la igualdad de derechos y oportunidades entre los diferentes sexos, el feminismo, las distintas leyes en torno a los géneros, la violencia contra la mujer por parte del hombre.

Tengo tan claro determinados conceptos que me cuesta creer que no sean asumidos por la mayoría, por lo que tiendo a pensar que igual estoy equivocada, que mi claridad no es tal y mis demasiados años me impiden comprender el nuevo feminismo, o que el antiguo no ha avanzado como debiera, o que quizá soy yo la que se mueve a contradirección, o que soy incapaz de moverme de mi sitio, no sé, me siento perdida; hay un buen puñado de cosas que me venden como nuevas y que yo consideraba que ya estaban más que superadas.

Este es un blog básicamente de belleza, pero me niego a celebrar el 8 de marzo con maquillajes, cremas, tratamientos; no porque no crea en ellos, que obviamente sí, o piense que cuidarse es una frivolidad, nada más lejos, me parece que es de las cosas más importantes para uno mismo, sea del género que sea, valorarse, mimarse y dar lo mejor de sí por dentro y por fuera.

También me niego a celebrar con una entrevista a una mujer empoderada, que ha llegado a dirigir una empresa, ha creado esto o aquello, o ha recibido tal o cual premio. Por supuesto no porque no me parezca importante, sino porque lo veo normal, nada especial, que quien vale vale, y está dónde corresponde.

Las mujeres podemos ser científicas, como tanto se dice ahora, pero es que yo nunca lo había puesto en duda, y no entiendo por qué nos lo tienen que recordar constantemente. De alguna manera me parece afirmar que en principio no puedes, pero que si te empeñas, tendrás que derribar muchas barreras.

Barreras que creía habíamos empezado a derribar hace muchos años ya, antes de que yo naciera, y que en mi adolescencia empezaban a desaparecer, poco a poco, paso a paso, porque nos parecía natural, a todos, o casi, por supuesto siempre había un grupo que no querían el cambio, pero mi sensación era de un número mucho mayor de personas que, sin saber cómo porque no habían sido educadas para ello, estaban dispuestas a abanderar no sé si el feminismo pero sí la igualdad de género, en el hogar, en el trabajo, en la universidad, en los grupos de amigos. Pero ahora me da la sensación que aquellos pasos de gigante se han convertido en pequeñitos movimientos hacia atrás, o quizá sea simplemente que yo me he perdido.

No sé, el caso es que había empezado a escribir con la idea de no contar nada original mío sino algo más psico, de lo que también va este blog porque está enfocado al bienestar, como es una info que me han mandado del gabinete de prensa de TherapyChat, sobre

Cómo enfrentar las expectativas ajenas y construir nuestra identidad sin preocuparnos del qué dirán

Me ha parecido interesante precisamente por los pensamientos que inundaban mi cabeza al ponerme a escribir este post sobre qué contar si no me atrevo a decir lo que pienso.

A ver qué os parece.

¿Te consideras feminista?

Puede ser una de las preguntas más escuchadas cuando se acerca el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Para muchas personas, fundamentalmente mujeres, puede resultar difícil de responder, no porque no estén de acuerdo con sus premisas, sino por el temor al qué dirán. En una sociedad con una gran sobreexposición, principalmente en las redes sociales, la integración social y la aceptación son algunas de las grandes preocupaciones de las personas, especialmente entre los más jóvenes.

Como ocurre con muchos movimientos masivos, el 8M se basa en ciertas premisas que pueden, o no, comulgar con nuestros propios valores. Esta efeméride, que pone en valor la importancia de seguir trabajando por los derechos de la mujer, explora los avances logrados en igualdad de género y busca visibilizar el camino hacia una sociedad más justa.

Entre sus reivindicaciones, destaca la búsqueda de la igualdad de oportunidades, el fin de la violencia machista, la lucha contra los estereotipos y el reconocimiento de los derechos de las mujeres, desde el ámbito laboral, familiar, educativo y social. Consiste, pues, en un movimiento basado en los principios de libertad, igualdad y respeto, claves también para la autorrealización de las personas.

Sin embargo, se ha convertido en una fecha cargada de expectativas en la que puede llegar a ser difícil sentirse identificada con todas las premisas. Por ello, es esencial que cada persona trabaje en encontrar los puntos con los que encuentre mayor conexión y pueda, a través de ellos, experimentar ese sentido de pertenencia e implicación en el movimiento.

Construir nuestra identidad en una sociedad gregaria

Somos seres sociales y, para nosotros, la integración en un grupo es necesaria. La necesidad de aceptación social es un fenómeno psicológico que nos lleva a intentar mimetizarnos con el grupo al cual nos sentimos pertenecientes. Cuando hablamos de movimientos masivos, como el 8M, la idea de ser excluidos o sentirnos aislados se presentan como situaciones dolorosas, y tratamos de evitarlas integrándonos en grupos y asumiendo comportamientos dominantes o que consideramos que son de éxito, a costa de nuestro margen de individualidad. Esto, según indica Isabel Aranda, psicóloga sanitaria y Chief Content Officer de TherapyChat, nos hace sentir protegidos y nos aporta una identidad grupal.

¿Dónde está nuestra independencia e individualidad?

Queremos elegir, pero es inevitable que el contexto social afecte a nuestro comportamiento: nos hacemos personas en un determinado entorno social y cultural que marca las coordenadas de cómo vamos a pensar, sentir y hacer, y enfrentarnos al pensamiento dominante supone ir a contracorriente.

En este contexto, afrontar el miedo al qué dirán es uno de los retos más importantes al que nos enfrentamos a lo largo de nuestra vida, pero existen numerosas

Técnicas que nos pueden ayudar a ser más asertivos, aprender a lidiar con las expectativas ajenas

  • Sé empático, pero no cedas ante la mayoría

    Comprender el punto de vista de la otra persona y ponernos en su lugar es esencial para obtener una mejor perspectiva de la situación. Entender el origen de sus expectativas nos ayudará a poder actuar de manera efectiva frente a ellas, no cediendo, sino comportándonos según nuestra propia decisión, y no por agentes externos.

  • Analiza el impacto que tienen ciertos temas o personas en tu comportamiento

    Plantéate cómo vería una situación concreta una persona desde la luna y ponte en su lugar. Tomar distancia de las situaciones nos ayuda a no dejarnos avasallar por ellas. En estos casos, reflexionar sobre cómo condiciona nuestro comportamiento y nuestro bienestar psicológico una persona determinada o qué importancia tiene un tema concreto para nosotros puede ayudarnos a lidiar con las expectativas.

  • Utiliza técnicas asertivas para hablar de tus ideas y necesidades

    Mostrar respeto por las ideas de las otras personas y, simultáneamente, pedir respeto por las nuestras, es un aspecto básico en cualquier conversación. Debemos aceptar la posición del otro, pero plantear la nuestra en igualdad de condiciones, evitando minusvalorarnos o mostrarnos sumisos frente a sus ideales.

  • Ten claros tus valores y actúa conforme a ellos

    Tener claras nuestras prioridades y tomar decisiones que sean congruentes con nuestros principios nos permitirá autorrealizarnos. Para ello, debemos definir los valores que son innegociables para nosotros, y no dejar que la opinión de otras personas los condicione. Vivir en contra de nuestros propios principios y combatir la lucha interna constante entre lo que pensamos y hacemos genera insatisfacción personal y afecta, a largo plazo, a nuestra salud psicológica.

¿Puedo, y debo, celebrar el 8M? La respuesta es tuya

Es posible que, siendo mujer, estés de acuerdo con la igualdad de derechos y la necesidad de apoyar este avance, lo que hace que quieras celebrar el 8M apoyando su reivindicación de respetar los derechos igualitarios. No obstante, también puede que decidas apoyarlo a tu manera o que tus acciones de apoyo difieran de las habituales.

Lo importante es cómo te sientes y cómo evalúas esta situación. La idea principal, según destaca Isabel, es que cada mujer pueda reflexionar y decidir con autonomía cómo expresar su apoyo y respeto ante esta lucha sin necesidad de comprometer sus propias ideas y creencias.

La libertad de decisión tiene que primar como derecho inalienable del individuo y, como derivada, el respeto social hacia su decisión debe ser total. Optar por celebrar el 8M o por no hacerlo, o hacerlo de manera individual, no es contradictorio, sino una decisión propia que debe respetar las opiniones y las creencias de cada una.

Tener clara tu posición personal y actuar en consecuencia es una fuente de poder personal, tu integridad se mantiene y estás atendiendo tu propia congruencia, algo que no sólo va a redundar en tu imagen social sino también en tu bienestar psicológico y que debe ser uno de los tantos aprendizajes en torno a este día.

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3 Comentarios

  1. Olga
    23 Mar 2023 Responder
  2. Laura
    08 Mar 2023 Responder

    Buen y feliz Día!

    Comparto tu reflexión, Mayte. La involución en temas tan importantes como este es un peligro que parece que va en aumento. Una pena, la verdad. ¡Queda tanto por avanzar y estamos retrocediendo! No obstante, soy positiva por naturaleza y, como en otros ámbitos, creo en el paso personal, por pequeño que sea, hacia lo que creemos, sin agresividad, sin acritud, sin imposiciones de ninguna clase.

    Y coincido con la idea de que cada persona celebre este Día y todos como mejor le parezca. Habrá quien lo quiera hacer en público, manifestándose, y está bien. Habrá quien lo quiera hacer en privado, de puertas para adentro, y está igualmente bien. Habrá quien no pueda hacerlo ni de una forma ni de otra y por su situación personal sólo lo haga íntimamente en su conciencia. Y está más que bien. No creo en seguir una norma, LA norma, sino en la libertad de elección. También en la manera de sentirnos mujeres y de celebrarlo. Yo lo haré trabajando, luchando por lo que quiero y me gusta. Y me hace sentir cada día más mujer. Es mi elección.

    Gracias Mayte!

    • Mayte Martínez
      08 Mar 2023 Responder

      Gracias por tu comentario Laura. Sí, yo también soy positiva y esperanzada de que más pronto que tarde, las mujeres no tengamos miedo a decir lo que pensamos porque la igualdad, el respeto y la tolerancia por y para nosotras sea una realidad.
      Un saludo y gracias por estar ahí.

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