#Muy Personal

Lecturas con Halma

 

Halma, de Benito Perez Galdós, con edición crítica de Álvaro Romero Marco, es mi lectura para este Viernes Santo de recogimiento. Sí, ya sé que lo que quiere transmitir el autor en esta novela es su anticlericalismo y desconfianza en la institución eclesiástica, pero no es por eso por lo que la he escogido. Es simplemente porque acaba de publicarse, hace demasiados años que la leí por primera vez (tantos que casi no me acuerdo), soy una eterna enamorada de la narrativa de Galdós y porque la parte crítica, donde la desliga de Nazarín, hecho hasta ahora poco tratado, me resulta muy interesante.

Hay tres fiestas en el año que, para mí, son ‘sagradas’, perdón por la expresión a quien crea que la utilizo en vano. Y éstas son el 25 de diciembre, el 1 de enero y el viernes santo. Sí, tienen mucho que ver con la religión, lo sé, pero yo no tengo la culpa de haber nacido y vivido durante muchos años en momento y lugar ‘confesional’. Pero vamos que nada tiene este fervor mío por estas fechas que ver con tradiciones de ir a misa, acudir a procesiones o similar. Cosas que por supuesto he hecho, pero no me inspiran demasiado.

Esos días en mi casa, cuando yo era pequeña, no se hacía nada. Mi madre se declaraba de brazos caídos, se comía de sobras (entendiendo por sobras que el día anterior había estado haciendo el clásico potaje, bacalao con tomate y torrijas y rosquillas en abundancia), cada uno hacía su cama si quería y el resto de ‘labores del hogar’ se aplazaban para el día siguiente. Por no hacer, mi madre ni te regañaba en esos días (el día de tu cumpleaños tampoco) no sé si porque lo consideraba pecado o porque ya tenía bastante con lidiar con 5 hijos los otros 362 (363 en un año como éste) días del año.

El caso es que yo esos días los recuerdo de ‘relax‘, no tenías que hacer recados, ni ayudar a poner o quitar la mesa, limpiar el polvo o recoger las migas. Podías hacer lo que quisieras. Pero claro, estamos hablando de una época en la que ‘lo que quisieras’ tenía poco espacio. Cuando yo era pequeña, y no hace tanto, o sí, depende, en Semana Santa no había cines abiertos, ni bares, por supuesto tampoco tiendas, ni chuches. En la tele sólo ponían películas de romanos, siempre las mismas (eso sigue igual), y escenas religiosas. Cuando había, porque por la mañana, por ejemplo, no había emisión. Creo que empezaba a eso de las dos de la tarde, con el ‘parte’.

En fin, recuerdos del ‘abuelo cebolleta’ que lo único que quiere es justificar por qué trae a estas páginas de belleza un libro que, aunque es bonito y el placer de leer (como cualquier otro placer) embellece más que nada, no tiene que ver con máscaras de pestañas ni cremas faciales. Pero es la lectura que he escogido para una tradición que sigo ‘religiosamente’, y que vengo arrastrando desde la infancia, cuando un día como hoy, con lo único que se podía entretener uno (porque aunque yo no tenía edad, como os podéis imaginar, también estaba prohibida la ‘carne’ en todas sus acepciones) era con una buena lectura.

Benito Pérez Galdós novela

Así que aquí os dejo mi recomendación para un bonito día de recogimiento. Halma, de Benito Pérez Galdós, con edición crítica de Álvaro Romero Marco, de la colección Clásicos del siglo XIX de Ediciones Alfar. ¡Ah! Y si no habéis leído Nazarín no importa, esta edición presenta la obra aislándola de esas ataduras para que pueda ser leída de manera independiente.

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4 Comentarios

  1. Álvaro
    31 Mar 2016 Responder

    Mil gracias a Mayte por recomendar una novela de Galdós, un escritor que por encima de su anticlericalismo fue un humanista.

  2. Kala
    28 Mar 2016 Responder

    Qué texto tan bonito y evocador, Mayte, gracias. Qué envidia esa madre que os daba la libertad de no hacer nada!! O tempora o mores… He leído todo lo de Galdós, pero no conocía esta obra! Muchas gracias por compartir un poco de los momentos de tu vida y por esta recomendación.

    • Mayte Martínez
      28 Mar 2016 Responder

      Gracias a ti, Kala por estar ahí. Me alegra haberte descubierto algo que, estoy segura, te encantará. Un saludo.

  3. Romina
    28 Mar 2016 Responder

    ¡Muy buena recomendación! A mí también me encanta Galdós.

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