Monasterio de El Paular y Cascada del Purgatorio
Lugares Bonitos. Empezamos una nueva sección con una ruta de senderismo. Bonita de ver y perfecta para mantenernos en forma. Ofrece alicientes para todos los gustos: Visita al Monasterio de El Paular, relax en las Presillas, senderismo hasta la Cascada del Purgatorio y un pueblo con encanto, Rascafría.
El Real Monasterio de Santa María de El Paular, situado en el Valle del Lozoya, comenzó a construirse en 1390 por deseo de Enrique II . Conserva un importante legado artístico y es monumento declarado Histórico Artístico Nacional. Durante años fue un monasterio cartujo. Los monjes explotaban la pesca del río Lozoya y cultivaban la tierra de los bosques de los alrededores.

En 1835 la desamortización de Mendizábal afectó de lleno al monasterio y la orden Cartuja fue expulsada. Desde 1954 los monjes son benedictinos, que conservan el monasterio, se encargan de enseñarlo a los visitantes y elaboran y venden productos como licores y quesos.
Cascada del Purgatorio
Para llegar a la Cascada del Purgatorio hay que recorrer una senda que comienza en el puente del Perdón, frente al Monasterio. Es una ruta muy bonita y agradable de hacer en esta época del año. El recorrido no es muy largo, aproximadamente una hora se tarda en llegar a la Cascada.
Hay que equiparse de un buen calzado, porque aunque es dificultad media, llega un momento en que el camino se estrecha y hay que pisar por piedras escarpadas y raíces de árboles a la orilla del arroyo Aguilón que discurre lentamente deleitándote con el sonido del agua, y un entorno ecológico con variadas especies de flora y fauna que te purifica el cuerpo y te despeja la mente, sobre todo si vas después de una semana de trabajo y estrés en la gran ciudad.
Finalmente, llega la recompensa, uno de los parajes más bonitos de la Sierra de Guadarrama, la Cascada del Purgatorio, dos saltos de agua espectaculares que forma el arroyo del Aguilón.
Las Presillas
Al volver, si hace buen tiempo puedes hacer una parada en las Presillas de Rascafría. Se trata de una zona recreativa de cuidadas praderas verdes y una zona de baño dividida en tres piscinas naturales en el cauce del río Lozoya, que aunque ahora no es recomendable el baño merece la pena verlas, y tomarse un refresco en el kiosco, un lugar abarrotado en verano, cuando el calor aprieta, pero muy tranquilo durante el resto del año para disfrutar de un relajante paseo con unas espectaculares vistas del Pico Peñalara.
Un plus. Para comer, puedes acercarte hasta Rascafría y hacer un recorrido por el pueblo para admirar desde su iglesia parroquial hasta sus viviendas rurales de arquitectura tradicional, como la Casona, o la Casa de Postas.
¿Te ha gustado? Ayúdanos a mejorar, cuéntanos qué te ha parecido esta nueva sección y no te olvides de que el primer y tercer domingo de cada mes encontrarás algún lugar bonito de la mano de @Bellezaerestu, recuerda compartirlo en tus redes.
Pepe Soler
12 Oct 2014La próxima vez que vaya a Sangarcía ya tengo guía para hacer la ruta.