Cómo prevenir y combatir las molestias más íntimas del verano

El verano es la época en la que más expuestos estamos a tener algún tipo de molestia urinaria al permanecer con el bañador húmedo tras salir de la playa o la piscina, y por la mayor frecuencia del uso de baños en lugares públicos. Las afecciones de la zona genital femenina en esta época del año están relacionadas con la humedad, la arena, el sudor y las rozaduras.
La humedad y las altas temperaturas son dos condiciones que favorecen el crecimiento de bacterias, siendo una de las razones más comunes de tener cistitis y otras molestias íntimas durante esta temporada. Pero no desesperes, se puede prevenir y combatir las molestias más íntimas del verano.
1 de cada 3 mujeres tendrá infección urinaria antes de los 24
Aunque las infecciones en el tracto urinario también afectan a los hombres, especialmente cuando son mayores como consecuencia de problemas de próstata, la incidencia en mujeres predomina debido a que tienen la uretra más corta, lo que facilita la entrada de los microorganismos. Según la Asociación Americana de Urología, el 60% de las mujeres sufrirá un episodio de cistitis a lo largo de su vida. Además, estiman que entre el 20 y el 40% de las mujeres que tienen una infección urinaria previa de este tipo sufrirá otra posterior, y que entre el 25 y el 50% de ellas tendrá varias.
Síntomas más comunes de cistitis
La cistitis es una infección del tracto urinario que se origina, generalmente, por una bacteria que se introduce en la uretra y después en la vejiga y se adhieren a las paredes del tracto urinario. Este trastorno provoca picor, molestias al orinar, escozor y mucha incomodidad a quien lo padece.
La bacteria Escherichia coli (E.coli) aparece como media en el 80% de los casos, siendo la que suele provocar la mayoría de estas infecciones. Este germen coloniza de forma natural el intestino grueso cercano a las vías urinarias, facilitando que las bacterias puedan penetrar fácilmente y propagarse formando así una biopelícula bacteriana.
Si tenemos ganas continuas de ir al baño, incluso urgencia, acompañado de molestias o escozor al orinar, presión en el bajo vientre, orina turbia o un olor desagradable, seguramente estemos ante una cistitis y sea necesario consultar lo antes posible con el médico.
Otros síntomas pueden ser una sensación de ‘vaciado incompleto’, lo que básicamente significa que todavía sientes como si necesitaras orinar aunque acabes de ir al baño, sangre en la orina (esto puede o no ser visible), una sensación general de malestar (incluyendo cansancio y náuseas), dolor lumbar o en la pelvis.

Cistitis bacteriana y no bacteriana
Hay dos tipos principales de cistitis: bacteriana (una infección) y no bacteriana, que involucra causas como lesiones en el área. Según la Doctora Marta Sánchez-Dehesa: “Muy a menudo, la cistitis bacteriana es causada por bacterias malas que ingresan a la uretra desde la piel o alrededor del ano. Limpiarse de la manera incorrecta y tener relaciones sexuales puede aumentar el riesgo de que esto suceda. Hay que asegurarse de limpiarse desde la parte superior de la vulva hasta la parte inferior y orinar inmediatamente después de mantener relaciones sexuales”.
La cistitis no bacteriana o no infecciosa normalmente es causada por hematomas o irritación de la uretra. “A menudo, esto puede deberse a la fricción durante las relaciones sexuales o deportes como el ciclismo y la equitación. Otras causas de cistitis no infecciosa pueden incluir sustancias químicas de jabones y productos de baño y cloro en las piscinas”.
Según la Dra. Sánchez-Dehesa, un truco que puede beneficiar a la prevención de la cistitis es beber muchos líquidos: ayudará a diluir la orina y nos permitirá orinar con más frecuencia.
Si descubres que sueles tener cistitis después de las relaciones sexuales, vale la pena recordar orinar inmediatamente después de las mismas. Esto ayudará a eliminar cualquier bacteria dañina que haya llegado a la uretra durante el coito.
La doctora no recomienda el uso de jabones, lubricantes aromatizados que pueden irritar la uretra. “En época estival hay que ser más escrupulosos y es recomendable una adecuada higiene de las partes íntimas, no utilices el mismo jabón o gel que usas para el cuerpo. La zona íntima es más delicada y tiene un pH ligeramente diferente, por lo que es necesario un producto específico que no lleve detergentes agresivos y tenga en cuenta sus características, que limpie sin resecar, irritar ni producir una variación del pH. Y, si es posible, que contenga además activos hidratantes y emolientes.

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¿Qué hacer para evitar las infecciones urinarias en verano?
Aunque este tipo de infecciones, más comunes de lo que imaginamos, no suelen presentar complicaciones y tienen tratamiento farmacológico sencillo, si se detectan uno o varios síntomas y sobre todo si persisten y/o se han sufrido dos o más episodios al año, es necesario acudir al urólogo, ya que la cistitis e infecciones urinarias podrían hacerse crónicas.
Incorporar hábitos de alimentación saludables y medidas higiénicas son las principales medidas que podemos tomar para prevenir las infecciones urinarias. Pero hay más, el Dr. Gonzalo Sanz, urólogo y director médico de Clínica Premium Marbella destaca:
- Beber al menos 2 litros de agua al día: la ingesta abundante de líquidos ayuda a arrastrar las bacterias adheridas al tracto urinario ya que, al contribuir a una micción frecuente, favorece la limpieza de las vías urinarias mediante la orina.
- No aguantarse las ganas hacer pis. Cuando nos “aguantamos”, la orina retenida es más concentrada de lo habitual y esto favorece la aparición de infecciones urinarias. Es importante no estar más de 3-4 horas sin hacer pis.
- Mantener la zona íntima lo más seca posible. Llevar el bañador o el biquini mojado durante horas convierte la zona vaginal en el escenario perfecto para la proliferación de las bacterias que provocan las infecciones.
- La higiene de la zona íntima es fundamental, por ello debe limpiarse de adelante hacia atrás, para evitar la contaminación.
- Utilizar jabones neutros, sin perfume, para la zona íntima. Los perfumes que incorporan algunos jabones o geles pueden irritar esta zona y aumentar el riesgo de cistitis. La microbiota vaginal funciona como barrera de protección contra agentes externos. Si se produce un desequilibrio, la zona queda expuesta a bacterias y hongos. Los jabones agresivos y los perfumes que incorporan algunos geles pueden irritar esta zona y aumentar el riesgo de cistitis.
- Utilizar lencería que permita una transpiración adecuada, preferiblemente de algodón y que no quede muy ceñida.
- Evitar el estreñimiento, ya que este impide que se expulsen gérmenes y bacterias que están muy cerca del tracto urinario y pueden provocar infección. Para ello es importante consumir alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales que ayudan a regular el tránsito intestinal.
- Limitar el consumo de alcohol y el exceso de comidas especiadas y ácidas como chocolate, azúcar, limón, embutidos, queso, bollería industrial, entre otros. La elevada ingesta de estos productos, junto con alimentos que contengan levaduras (como el pan y la cerveza), modifican el pH de la orina lo que también facilita la proliferación de bacterias, ya que provoca que se elimine más cantidad de agua.
- Evitar abusar del uso de tampones ya que están asociados a una mayor incidencia de infecciones urinarias.
Arándono rojo contra la cistitis
El consumo frecuente de arándanos rojos ayuda a combatir la cistitis. Según un estudio publicado en la revista la revista Critical Review in Food Science and Nutrition el arándano rojo americano evita que la bacteria Escherichia coli (E.coli) se fije a las paredes de las vías urinarias y por tanto, que se desarrollen infecciones. Además del consumo fresco habitual podemos tomar algún preparado farmacéutico a base de activos naturales de Arándano rojo, que contribuye a prevenir las infecciones urinarias.

Prurito vaginal
Otro de los problemas que crecen durante el periodo estival son los picores, ardores e irritación íntima, o lo que es lo mismo, el prurito vaginal.
Hace unos años que las rozaduras en los muslos durante el verano ya no son un tema tabú. Estas rozaduras surgen por la fricción entre la piel de las dos piernas, normalmente cuando caminamos o hacemos deporte, al no llevar ropa que las cubra. Sin embargo, estos síntomas pueden agravarse con la humedad (del sudor o del agua de la playa y la piscina), puesto que aumentan el roce y son fuente de bacterias e infecciones.
Además, los muslos no son el único lugar donde pueden aparecer estas rozaduras, en la zona íntima también son frecuentes, ya que tanto el tejido del que están hechos los biquinis, como la arena, la depilación y el exceso de humedad, hacen que la zona esté más sensible, llegando incluso a producirse una dermatitis.

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Cuando hablamos de dermatitis vulvar, es importante diferenciar entre dermatitis alérgica de contacto (DAC) y dermatitis de contacto irritativa (DCI). La primera se produce por una alergia a algún compuesto que puede estar en tampones, compresas, tratamientos tópicos, látex, etc. Mientras que la segunda es la exposición repetida a irritantes débiles y fricciones en la misma zona.
Consejos para evitarlas molestias en la zona vulvovaginal durante el verano:
- Mantén la zona seca. Si vas a la playa o a la piscina, debes cambiarte de bañador a uno seco cuando salgas del agua. Utiliza una toalla limpia para secar con cuidado la zona si una vez cambiada, la notas húmeda.
- Utiliza ropa no demasiado ajustada, para que no te apriete, y transpirable, para que el sudor y la humedad salgan al exterior. Evita los tejidos sintéticos como la seda, la licra o el poliéster y opta por el algodón.
- Evita el suelo, es mejor sentarse siempre en la toalla, tanto en la piscina como en la playa.
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