Las redes sociales, en su justa medida, influyen positivamente en la salud mental de los más Jóvenes

Casi la totalidad de jóvenes entre 11 y 18 años tiene alguna red social y uno de cada siete adolescentes tiene un problema de salud mental diagnosticado. La relación entre salud mental y redes sociales son base de diferentes estudios que dan como resultado efectos positivos entre los chicos y chicas que buscan información, asesoramiento y apoyo para diferentes situaciones aunque un exceso de tiempo en redes puede derivar en situaciones como dependencia, descenso de autoestima o una exposición constante.
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de interacción humana muy importante, sobre todo entre los adolescentes. Según el informe realizado por Qustodio, aplicación multiplataforma para el control parental, De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales, los jóvenes dedican casi 400 minutos a la semana a las redes sociales, más tiempo que a cualquier otro tipo de plataformas digitales.
En los últimos años, el cuidado de la salud mental de los más jóvenes se ha vuelto fundamental, por eso es importante para ellos saber los efectos que pueden causar en su salud mental un uso exagerado de las redes sociales ya que, según datos proporcionados Unicef, uno de cada siete adolescentes tiene un problema de salud mental diagnosticado.
Está demostrado que a través de las redes sociales los adolescentes pueden verbalizar sus sentimientos. La constante interacción con otras personas les hace conocer situaciones parecidas a la suya o abrir su mente a nuevas formas de expresarse. Un estudio publicado por la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica que las personas con enfermedades mentales recurren a las redes sociales para compartir su experiencia de cómo es vivir con depresión, para buscar información o incluso asesoramiento y apoyo de los demás.

¿Afectan las redes sociales a la salud mental?
El 91% de los menores entre 11 y 18 años tiene alguna red social, según un estudio realizado por Doxa Comunicación. Es una evidencia que a día de hoy estas plataformas están integradas en la vida social de los más jóvenes.
Como con todo, un uso excesivo puede acabar afectando a la salud mental de los adolescentes que se encuentran en una etapa de maduración y crecimiento personal.
Conocer situaciones similares, personas, información… Son algunas de las ventajas de estar conectado, pero también existen efectos negativos, entre otras: comparación constante con otros, exposición continua y un intento de mostrarse siempre de la mejor manera posible, el ‘postureo’.

Situaciones negativas del uso excesivo de redes sociales
Por los expertos de Qustodio
- Dependencia: el mero hecho de visualizar una red social genera dopamina en el cerebro y esta sustancia, a la larga, puede desencadenar una dependencia emocional.
- Exposición constante: las redes sociales se fundamentan en compartir. Los jóvenes pueden llegar a enseñar su vida privada sin tener en cuenta las consecuencias que pueden conllevar.
- Descenso de autoestima: es muy común que los adolescentes no se muestren tal y como son en las redes sociales. El ‘postureo’ obliga a analizar cada publicación por miedo a ser juzgado, lo que les genera inseguridades.
- Comparación: la exposición constante y ver a otras personas hace inevitable compararse. Esto puede traer problemas personales e intentar imitar a la persona que se ve en la pantalla, aun sabiendo que lo que se muestra no es siempre lo real.
- Acoso: las redes sociales también se han convertido en un espacio en donde muchos descargan sentimientos de hostilidad y rechazo hacia otras personas, aprovechando el anonimato que puede ofrecer, la falta de límites y las nulas consecuencias de según qué actos.
Adolescencia, una etapa de extrema sensibilidad
Durante la etapa de la adolescencia, pueden surgir trastornos como ansiedad, depresión e, incluso, sentir la necesidad de encajar en un grupo soportando, en muchas ocasiones, mayor presión social por parte de sus compañeros y asumiendo el impacto que las redes sociales generan sobre sus vidas.
Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, explica que “hay que tener cuidado con el uso de las redes sociales, especialmente, en etapas en las que los jóvenes maduran y se relacionan con más personas de su edad. La salud mental es muy importante cuidarla. Por ello, los padres tienen que saber cómo se relacionan sus hijos con las redes para evitar que tengan cualquier problema y, en el caso de que lo haya, saber cómo abordarlo”.
Es necesario apostar por la seguridad y el bienestar digital para familias. Ante la duda, los padres tienen que saber que pueden contar con los conocimientos de los expertos, que ayudan a los padres a proteger a sus hijos contra los peligros en la red: depredadores, ciberacosadores y contenidos inapropiados.
Es importante crear hábitos digitales saludables y tomar conciencia de la necesidad de hacer un buen uso de la tecnología y una comunicación abierta entre padres e hijos.
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