Ya soy mamá ¿Y ahora qué?

Evidentemente no es mi caso, a mí se me ‘pasó el arroz’ hace ya mucho tiempo. Pero sé que es una inquietud de las mamás recientes. Nueve meses esperando la llegada de su bebé y, cuando esto sucede, todo es alegría, emoción y felicidad.
¿Todo? Bueno, a veces, y cuando ha ido bien, es cierto que la ilusión de haber traído una vida al mundo nos inunda de una enorme satisfacción. Pero a la vez se multiplican las inseguridades de si lo estaremos haciendo bien, si ese pequeño ‘extraño’ es realmente lo que queríamos, si seremos capaces de cuidarlo como se merece. No sabemos por qué llora y cómo conseguir que deje de hacerlo. Estamos agotadas del esfuerzo del parto, posparto, los puntos o la cesárea.
Nuestro cuerpo ha cambiado, nuestras prioridades también, y nuestro entorno. Nadie nos pregunta cómo estamos. Todo son elogios para el bebé y cualquiera se permite sugerir lo que tienes qué hacer, cómo, cuándo y por qué. Y tú más perdida que un pulpo en un garaje, con las hormonas revolucionadas que te impiden sentir con claridad, cansada, dolorida. Sin tiempo ni para mirarte al espejo, y si lo haces no te gusta lo que ves; la recuperación no es tan rápida como te decían. Solo quieres sentirte bien, pero ¿cómo? No sabes por dónde empezar. Ya soy mamá ¿Y ahora qué?
Por eso nació la web DécimoMes, porque saben que los primeros días y semanas de un bebé son muy importantes, pero su mamá también, y su mayor reto es saber cómo te sientes tú y acompañarte en ese camino de dudas y desafíos. Cómo afrontar ese cansancio infinito, hacer frente a la depresión posparto, guiarte en el cuidado y amor hacia ese nuevo ser que en ocasiones nos resulta doloroso. Y muchas cosas más.
Taller de belleza posparto

¿Y por qué traigo a estas páginas todo esto cuando no soy yo la que acaba de dar a luz? Porque en su afán por estar siempre al lado de las nuevas madres, hace unas semanas tuve la suerte de impartir con ellos un taller para mamás que resultó muy gratificante. Una sesión de belleza integral, por dentro y por fuera, a base de pequeños gestos para sentirnos bien, y así vernos mejor. Hablamos de ejercicio, no solo de hipopresivos para recuperar vientre y cintura, también de gimnasia ocular para paliar, además de la pérdida de visión que a veces surge con el parto, el continuo impacto que sufre la retina por la luz azul, la de las pantallas (móviles, ordenadores, tabletas) que continuamente usamos, muchas veces para hacernos selfies con nuestro querido bebé.

Por supuesto hablamos de alimentación, pero más allá de seguir una dieta equilibrada, que todos sabemos cómo se hace, nos centramos en hábitos como la masticación. ¿Sabías que, según los expertos, deberíamos masticar un mínimo de 20 veces cada bocado? Esto es porque cuando los alimentos llegan al estomago sin triturar, necesita generar gran cantidad de ácido clorhídrico para deshacerlos, provocando gases e hinchazón abdominal. Muchas veces vemos nuestro vientre inflamado y pensamos ‘alergia al gluten, intolerancia a la lactosa, fructosa…’ que puede ser, pero en ocasiones esa tripa abultada se debe a una mala masticación. La digestión tiene que empezar en la boca, ya que la saliva se encarga de ayudar a la desintegración de los alimentos. Además, si masticamos bien, disfrutamos más de la comida, porque las papilas gustativas están en la lengua, no en el estómago; y podemos sacar todos los aromas, matices, texturas de los alimentos. Y al hacer una alimentación consciente, comemos solo lo que necesitamos, y no engordamos.

Hablamos del sueño, de lo que embellece, y de que no solo el niño es responsable de que durmamos poco. Muchas veces ponemos por encima del descanso tareas infinitas que a lo mejor no son tan necesarias como nos obligamos a creer. Y evitamos que nuestro cuerpo se repare. Precisamente ahora, cuando ha hecho un gran trabajo, no solo durante el embarazo, también en el parto y el posparto. Y sigue trabajando para reajustar de nuevo el organismo, cuidar al bebé y volver a colocar cada cosa en su lugar.
También hicimos yoga facial para ayudar a esa regeneración celular (que aumenta un 200-300% mientras dormimos) y facilitar el sueño, mejorando su calidad. Jugamos a imaginarnos qué y cómo queremos ser y sentirnos, qué y quién nos lo impide. Y aprendimos, o al menos seleccionamos las herramientas para ello, a llevar las riendas de nuestra propia vida. Plantándonos delante del espejo y sabiendo lo que queremos ¿Perder peso? ¿Recuperar tono? ¿Una piel más luminosa? ¿Una vida plena? ¿Ser feliz?

Porque tener un niño cambia la vida, sí, pero no hay que dejar nuestra vida en manos de nadie; tu vida tiene que estar en tus manos, no en las de tu hijo, el tiene otra vida, que momentáneamente depende de ti, pero solo ahora que lo estás cuidando, mientras tú vives tu vida.
En realidad fue muy poquito tiempo, se quedaron muchas cosas en el tintero, se necesita más de una hora para conseguir todas las herramientas necesarias para tomar las riendas de esta nueva etapa y aprender a cuidar, de nuevo, el aspecto físico, emocional y social, para mejorar tu bienestar y el de los demás, incluido el de tu bebé.
Desde aquí, queremos dar las gracias, además de a la web DécimoMes que nos invitó a un evento tan entrañable, a las participantes, todas madres influencers, que también podéis seguir porque desde a través de las redes cuentan su experiencia día a día como mamá. Isabel, una madre molona, Ana, de Elle, Laura, de La Chimenea de las hadas, Paloma, Sara, Mari Ángeles… No sé si ‘hicieron los deberes’ que les mandé para casa, pero espero que se llevaran al menos la experiencia de haber pasado un buen rato.
Y tú, ¿Sientes que a causa del cuidado que dedicas a tu bebé no queda tiempo para ti? ¿Estás estresada por su necesidad constante de atención? ¿Crees que te ha quitado todo el protagonismo ante tus familiares y amigos? ¿Tienes necesidad de reconocimiento? ¿Tu cuerpo no es como esperabas que fuera después del parto? ¿Ha cambiado tu pelo, tu piel y hasta tu olor corporal? Reacciona, toma las riendas de tu vida.
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