La tendencia waterproof, el maquillaje resistente al agua, es una de las mejores alternataivas en los meses de verano, pero tiene sus pros y sus contras. Desde Multiópticas, nos dan las claves para que no peligre nuestra salud visual.

Máscara de pestaña, eyeliner, lápiz y sombra de ojos… productos de belleza para la zona ocular, que podemos encontrar en su versión ‘resistente al agua’. Los expertos de, Multiópticas indican que principalmente, es necesario tener en cuenta los ingredientes. Como punto de partida, la formulación de los productos para los ojos difiere a la de otros elementos de maquillaje, y en el caso de los waterproof, se le añade el componente de resistencia, en ocasiones más agresivo para ojos sensibles.

En el caso de las sombras, contienen un alto contenido en pigmentos para alcanzar la máxima cobertura, algo que puede ocasionar irritación ocular.

La máscara de pestañas, lápiz y eyeliner, tres productos que entran en contacto directo con el ojo y que contienen ceras y agentes gelificantes, es crítico adquirir los productos de marcas de demostrada calidad, no en establecimientos lowcost, así como comprobar la fecha de caducidad de los productos.

El riesgo se encuentra en que muchos fabricantes recurren a pigmentos de baja calidad para reducir costes de producción, sin tener en cuenta el peligro que ello conlleva para la salud ocular, ya que pueden provocar derrames, escozor o, incluso, conjuntivitis. También existe la posibilidad de aparición de orzuelos: inflamaciones dentro de las glándulas de las pestañas o párpados, como consecuencia de una pequeña infección que, si bien no es grave, resulta incómoda y dolorosa.

Del mismo modo, es fundamental asegurarse que el envase es seguro, y que en su manipulado el producto quede totalmente aislado de agentes contaminantes.

El momento de retirar este tipo de maquillaje es clave: al estar compuestos de una formulación más fuerte y resistente, son más difíciles de eliminar y por lo tanto pueden llevar al usuario a someter a los ojos a un desmaquillado más agresivo. Es clave no frotar el árpado en exceso, ya que puede suponer un perjuicio para la salud visual en cuanto a que castiga el globo ocular.