El secreto de una mirada bonita y misteriosa está en las pestañas, ya que gracias a ellas conseguimos que nuestra mirada esté más definida y los ojos parezcan mucho más grandes. Largas, pobladas y rizadas es nuestro mayor deseo  porque no siempre son así de natural. Las máscaras son un producto básico para dar volumen, grosor y longitud.

La estructura de las pestañas está compuesta por escamas de queratina responsables de la elasticidad y resistencia de éstas. Es muy importante hidratarlas y nutrirlas adecuadamente para que no pierdan fuerza y acaben cayendo. Hay que ser cuidadosos a la hora de desmaquillarlas, usar siempre productos específicos e hidratarlas, después, con una crema regenerativa.

La máscara de pestañas puede hacer milagros si sabemos usarla. Escoge la más adecuada a tus necesidades. Alargadoras si las tienes cortas, voluminizadoras si son escasas, moldeadoras si son demasiado tiesas. En muy pocos casos se necesitan el máximo de capacidades, pocas personas tienen pocas, cortas y tiesas las pestañas. Si es este tu caso, adelante, busca un producto supermegalítico, pero si ya las tienes suficientemente largas, gruesas o rizadas, un producto potenciador va a crear un efecto demasiado recargado que no siempre es el que andamos buscando. Es preferible que te centres en ‘tu problema’ y busques una máscara que potencie esa deficiencia pero que garantice un resultado natural muy favorecedor. Aplica primero en las puntas y coloca después el cepillo en la raíz subiéndolo en zig zag hasta las puntas, así quedarán bien separadas.

De muñeca. Parece que ya no hay excusa para lucir unas pestañas perfectas, increíblemente largas. Lovely Doll de Astor, gracias a su avanzada fórmula (exclusiva textura en crema, con colágeno voluminizador y ceras vegetales) y a su nuevo cepillo con una sección plana para proporcionar volumen, amplifica y hace que las pestañas se vean más bonitas día tras día. Heidi Klum, protagonista de la campaña ha dicho: «Me encanta cómo mis pestañas se ven con volumen, definidas y amplias. Me gusta aplicármela tanto en las pestañas superiores como las inferiores, para ese look retro de ojos grandes que hace que realmente destaquen.»

El secreto: separar. Antes hablábamos del problema de recargar demasiado las pestañas. Mucha cantidad de producto o excesivos ingredientes terminan por apelmazarlas. Por eso el secreto la mayoría de las veces está en el cepillo. Éste es el que moldea, separa y trabaja las pestañas para que queden realmente espectaculares. La máscara de Clinique (26 €) incorpora un cepillo  moldeador con un tamaño mayor al convencional y multidimensional que permite trabajar las pestañas más rápido y fácil. Con cada aplicación las pestañas van quedando separadas, alargadas y levantadas. El extremo de la punta del cepillo ayuda a alcanzar incluso aquellas pestañas más pequeñas.

¿Y si me quedan grumos? Siempre puede pasar. A pesar de toda la tecnología puesta en cada producto, a veces nos empeñamos en dar varias pasadas de máscara, o en usar una que aporta más volumen del que necesitamos y al final se nos quedan pegadas o con exceso de producto entre ellas. El peine para pestañas Tweezerman (9,50 €) no puede faltar en ningún neceser que se precie. Pestañas separadas, definidas y sin grumos. ¡Y todo gracias a sus finísimas púas fabricadas en acero inoxidable de la mejor calidad!. El modo de uso es sencillo: se pasa con cuidado entre todas las pestañas de abajo hacia arriba tras aplicar la máscara de pestañas y cuando está aún húmeda, para una perfecta definición. De venta en El Corte Inglés, Perfumerías Douglas, Farmacias.