Las uñas sufren más de lo que nos podemos imaginar, y no solo por esmaltarlas y desmaquillarlas con frecuencia, también por ese gesto compulsivo de llevarlas a la boca continuamente (por no hablar de quienes se las muerden) mojándolas y deshidratándolas. Nos lavamos las manos cada poco (un buen gesto) pero luego las secamos de cualquier manera, y las uñas quedan húmedas resecándose y quedando sin protección. ¿Sabías que hasta la cutícula se puede deteriorar por esa continua humedad llegando incluso a la aparición de infecciones? Tenlo en cuenta la próxima vez que te laves las manos, insiste con la toalla en las uñas para que queden limpias y secas y extiende la crema hasta ellas para que queden protegidas.

Los expertos de Mia Cosmetics Paris nos dan sus trucos para una manicura saludable.

Limas. Podemos evitar la descamación (muchas veces provocada por el mal uso de herramientas al hacer la manicura) olvidando las limas de metal y usando mejor las de cristal o las clásicas de cartón. Lima siempre los lados hacia el centro (no vayas y vuelvas, el movimiento ha de ser siempre en una dirección) de modo continuo y con suavidad, sin emplear demasiada fuerza.

Quitaesmaltes. La clave para evitar que se debiliten las capas de queratina de la uña, es emplear quitaesmaltes sin acetona. Es cierto que en el caso de la manicura semipermanente es la única forma de acabar con el esmalte, pero salvo con estos lacados, usa para eliminar el maquillaje de tus uñas productos suaves, incluso con vitaminas que a la vez que acaban con los restos tratan la uña.

Guantes. Para evitar el contacto con detergentes que resultan agresivos con las manos, utiliza siempre que vayas a estar en contacto con ellos guantes.

Hidratación y limpieza. Son las dos prioridades absolutas para lucir unas manos sanas y bonitas. Para mimarlas la mejor opción es utilizar esmaltes ‘free’, formulados sin componentes nocivos para presumir de uñas bonitas todo el año, protegiendo, además, la salud.

Descanso. Es frecuente llevar las uñas permanentemente maquilladas, retirando el esmalte solo para volverlas a pintar de nuevo; y esa falta de aire acaba pasando factura con el tiempo. Las consecuencias suelen ser: uñas con aspecto amarillento, rotas o descamadas, dando una imagen de suciedad y descuido. Llegados a este extremo y si las uñas están muy dañadas, lo mejor es dejar pasar un tiempo sin ningún esmalte de forma que puedan recuperar su brillo y dureza. Después, para conseguir reparar por completo las uñas, la mejor opción es emplear tratamientos de fortalecimiento que incluyan vitaminas y extractos naturales para nutrir hasta las capas interiores.

En 3 pasos

1. Base coat: Utiliza siempre, te vayas a maquillar o no una base para proteger la uña y evitar su amarilleo. Además, rellenan las estrías dejando la superficie lisa, tanto para que el color aplicado después quedé luminoso como un espejo, se adhiera mejor y dure más, como si no esmaltas. En una superficie lisa la luz se refleja mejor y la uña, ‘desnuda’ parecerá más sana y limpia. Si es con vitaminas, mejor. enriquecido con Vitamina E, rellena las estrías para un esmaltado 100% liso,
2. Esmalta del color que desees, ya sabes, cuanto más ‘free’ (formulado con el menor número de componentes químicos considerados nocivos) mejor.
3. Top coat: Solo si das color, claro, porque su aplicación dota a la uña de un brillo máximo dejando un acabado perfecto.

Esmaltes ‘5 free’, libres de Tolueno, DBP, Formaldehído, Alcanfor y Resinas de Formaldehído de Mia Cosmetics Paris, 6,95 €.