¿Quieres mejorar el aspecto de tu piel? Consulta con tu almohada

El secreto para una piel y melena perfectas puede estar escondido en tu almohada. Mejor dicho, tu almohada puede contener cientos de bacterias, restos plásticos, químicos y diferentes residuos que pueden estar provocando que tu piel no luzca como debiera, reaccione con brotes de acné o se irrite con facilidad.
Además de utilizar los productos adecuados para la limpieza de nuestro rostro, debemos evitar ensuciarlo y maltratarlo. Hay cosas que no podemos evitar, como la contaminación atmosférica, el viento, la luz; pero sí podemos protegerlo lo mejor posible y procurar no exponer nuestra piel a todos aquellos agentes tóxicos que estén a nuestro alcance. Por ejemplo restos acumulados en nuestras sábanas y almohadas. Y no nos referimos solo a que las laves, que eso ya lo damos por supuesto, si no a cómo las lavas, pues de ello puede depender el estado de tu piel.
Los expertos afirman que cambiar las sábanas y escoger los productos de limpieza para éstas, también forma parte de una buena rutina de cuidado facial. Un estudio afirma que en una almohada se acumulan hasta 16 tipos de hongos que pueden provocar alergias, acné e infecciones.
Cambiar la ropa de cama con regularidad, mínimo una vez por semana, en especial la funda de la almohada, puede ser la solución para el cuidado de la piel y cabello. Si tienes tendencia acneica, es aún más importante que prestes atención al lavado de tus sábanas, desde la frecuencia de lavado al tipo de detergente, si quieres evitar brotes y mejorar la calidad de tu piel notablemente.
Lavar, mejor, las sábanas para una piel sana

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de lavar las sábanas es el detergente y la temperatura de lavado, así como lavar las sábanas al menos una vez a la semana. La funda deberíamos hacerlo cada 2-3 días, si estamos pasando por un brote de acné, a diario.
Lo ideal, es utilizar un detergente respetuoso con el pH de la piel y el tejido, que elimine todas las bacterias o microorganismos, para lo que es necesario además lavar a una temperatura a partir de 40 grados.
Probablemente eso lo hagas, la frecuencia y temperatura de lavado pero ¿te has preguntado si tu detergente deja restos químicos o plásticos en el tejido? Algunos utilizan agentes de limpieza y desinfección tan agresivos que no desaparecen con el aclarado, provocando alergias e irritaciones ‘mientras duermes‘.
Usar un detergente ecológico, además de respetar el medio ambiente, respeta a las personas, al no incluir químicos que puedan ser perjudiciales y muy agresivos para la piel.
Cuando usamos cápsulas, algunas veces también quedan micropartículas de plástico adheridos al tejido que pueden provocarnos reacción, picor. Por ello, es tan importante también que sea plastic-free. Es la alternativa perfecta para darle a tus sábanas, piel y melena la limpieza adecuada y mantener el acné a raya.
«Según un estudio, cada ciclo de lavado de ropa puede liberar más de 700.000 microfibras de plástico al medio ambiente«, cuentan desde Washaby España, alternativa eco a la colada tradicional, minimizando el impacto negativo bajo el respaldo de la etiqueta Ecolabel.

Consulta con tu almohada
La limpieza de la funda de las almohadas puede ser la pieza clave en tu cuidado personal ya que, solo en ellas pueden acumularse hasta 39 veces más bacterias que en el comedero de una mascota. Por ello, es importante centrarse en su lavado porque es el tejido que entra en contacto directo con tu piel y cabello cada noche.
Además, al aplicar productos de belleza antes de ir a dormir, la almohada puede acumular bacterias de los restos de producto aplicado cada noche. Es por estas razones que lo más recomendable es lavar y cambiar la funda de la almohada cada dos días y así evitar la sobreexposición a microorganismos perjudiciales que pueden acabar pasándole factura a la piel.
Incluye toallas y ropa en tu colada eco
No sólo es importante mantener tu ropa de cama impecable, incluir toallas y ropa en tu rutina de limpieza mejorará notablemente tu piel y cabello. La elección del tejido, del producto de limpieza y la frecuencia de lavado pueden ser las piezas clave para completar una buena rutina de cuidado facial.
En definitiva, podemos mejorar el estado de nuestra piel, mantenerla radiante, sin espinillas e imperfecciones por más tiempo, lavando con frecuencia la ropa de cama, toallas y prendas que entren en contacto directo y, sobre todo, mimando los productos de limpieza que escogemos para evitar desperdiciar el tiempo invertido en skincare.
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