Draping es el nuevo make-up del que todos hablan.  Sobre todo en TikTok está arrasando el blush draping, que se trata de una técnica que ha empezado a convertirse en un must dentro del mundo del maquillaje.

Muchas celebridades  han empezado a utilizar este método de maquillaje que se trata, básicamente, de contornear con el colerete. Es la última moda en técnicas makeup para afinar e iluminar el rostro con un efecto natural, marcar las facciones sin exagerar y hacer que parezcas más joven.

Quédate con el nombre, se llama Draping y, como es habitual, no es ninguna novedad, los maquilladores ya la usaban en los 70-80, prueba de ello son los rostros de aquella época Farrah Fawcett, Jerry Hall o Cher.

En la actualidad, Kim Kardashian, la reina de contouring, ha tomado este concepto para llevarlo a otro nivel, acercándose a las necesidades que han creado las tendencias en el mundo del make-up que apuestan por lo sencillo y natural.

La buena noticia es que solo se necesita colorete de tonos claro y oscuro. Claro para los pómulos y la barbilla, oscuro para dar profundidad a los rasgos.

El blush draping es una técnica que principalmente consiste en cubrir y matizar el rostro gracias al colorete, potenciando así, los rasgos en un tiempo récord.

Luminosidad natural, aspecto fresco

El resultado con esta técnica es muy natural, como si hubiéramos estado tomando el sol, nada que ver con el contouring, mucho más ‘artificioso’. Lo primero es, tras limpiar e hidratar, corregir imperfecciones como rojeces, ojeras y bolsas con un producto específico, corrector y/o iluminador. Si no puedes prescindir del maquillaje, opta por una base ligera del mismo tono que tu piel.

Empieza el draping. Con el tono más oscuro maquilla debajo del hueso del pómulo, debajo de la barbilla y mandíbula, en las sienes y en los laterales de la nariz. Aplica el tono más claro alrededor, en la parte alta de las mejillas, en la barbilla y en las sienes justo al lado del oscuro. El contraste entre ambos tonos consigue un resultado saludable y luminoso: el color oscuro define la cara mientras el claro suaviza y logra el acabado natural.

Una brocha adecuada y un mismo producto en dos tonos y es todo lo que necesitas para un efecto buena cara en 5 minutos.

El secreto de un buen maquillaje está en dos imprescindibles: unos buenos productos que tengan buena cobertura, acabado natural y una duración prolongada para aguantar todo el día.

Por otro lado, una técnica de maquillaje para difuminar el producto sin dejar pegotes, que se impregne bien en la piel y aplicando siempre los productos en las zonas recomendadas.

Como ya hemos dicho bajo el nombre de blush draping o draping se esconde el famoso contouring pero jugando con dos tonos de colorete. No importa el tipo de producto, pero sí que aporten luminosidad y tengan un tono más oscuro que el de tu piel.

Si solo quieres un aspecto buena cara súper natural, la clave está en difuminar el tono más oscuro en el pómulo y el más claro encima de estos para darle una forma y un color natural al rostro. Para rostros redondos, el truco está en aplicarlo de forma diagonal para alargar el rostro. Hay que tener en cuenta que se debe empezar por el tono más oscuro y finalizar aplicando un poco de ambos coloretes en las zonas de luces y sombras del rostro.

Colorete aquí colorete allá. Esta es la nueva tendencia viral en TikTok donde el blush se usa para contornear el rostro, aplicándolo en las sienes y en la parte alta de los pómulos, y así, además, conseguir un efecto lifting.

Es prácticamente igual que como nos aplicamos el bronceador, solo que el colorete es más intenso, por su tono y pigmentación. Los 80 han vuelto ¡O será quizá que nunca se fueron del todo? Porque ya antes de pandemia se puso de moda esta forma de aplicar el colorete, y es que esta ‘pieza de maquillaje‘ es siempre protagonista.